Cantar y tocar entre las ruinas de Gaza para conjurarse contra el dolor
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En el Gaza College, una escuela en Ciudad de Gaza, tres niñas y un niño asisten a una clase de guitarra con el profesor Mohammed Abu Mahadi en un aula con las paredes marcadas por las cicatrices de la metralla y las ventanas destrozadas, el pasado 6 de agosto. Son parte del Conservatorio Nacional de Música Edward Said donde 12 profesores, imparten clases a 600 alumnos en el sur y el centro de la Franja de Gaza, en medio del horror de la guerra. El maestro Mahadi cree que la música puede ayudar a los palestinos a recuperarse psicológicamente del dolor causado por los bombardeos, las pérdidas y la escasez.
Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Fuera de la tienda de los profesores de música, montones de hormigón y escombros se acumulan en Ciudad de Gaza. Casi todos sus habitantes están hacinados en refugios o campamentos, con apenas comida, agua potable o ayuda médica. Los estudiantes y profesores dicen que deben sobreponerse a la debilidad causada por la escasez de alimentos para poder asistir a las clases. Sarah al Suwairki, de 20 años, señala que a veces el hambre y el cansancio le impiden recorrer el corto trayecto hasta sus dos clases de música semanales. Las autoridades sanitarias palestinas aseguran que la invasión israelí ha dejado más de 61.000 muertos, incluyendo más de 1.400 personas que se dirigían a puntos de ayuda para obtener alimentos. En la fotografía, una tienda de campaña utilizada por profesores y alumnos del conservatorio, el 12 de agosto de 2025.Dawoud Abu Alkas (REUTERS)El Conservatorio Nacional de Música Edward Said nació en Cisjordania y hace 13 años abrió una sede en la Franja de Gaza, donde se enseñaba desde música clásica hasta géneros populares. Aunque las clases se detuvieron a raíz de los ataques de Israel en respuesta a la ofensiva de Hamás el 7 de octubre de 2023, los profesores retomaron su trabajo a principios de 2024. El Gaza College, una de las sedes donde imparten clases, ha sido objeto de múltiples ataques. En la fotografía, una vista desde el Gaza College de las tiendas de campaña donde los palestinos desplazados se refugian, el 12 de agosto de 2025. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Ahmed Abu Amsha [en la fotografía], profesor de guitarra y violín, fue uno de los primeros que comenzó a impartir clases de nuevo, tocando la guitarra por las tardes entre las tiendas de campaña de los desplazados en el sur de Gaza, donde gran parte de los 2,1 millones de habitantes fueron obligados a trasladarse por las órdenes de evacuación y los bombardeos israelíes. Tras el inicio del alto el fuego en enero, Abu Amsha, de 43 años, fue una de las miles de personas que regresaron a Ciudad de Gaza. Durante los últimos seis meses, ha estado viviendo y trabajando en el distrito central de la ciudad, junto con colegas que enseñan oud, guitarra, tambores de mano y ney, una flauta de caña.
Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Abu Amsha afirma que los profesores y los padres de los alumnos están "profundamente preocupados" por la posibilidad de verse desplazados de nuevo tras la decisión del Gabinete israelí del 8 de agosto —y ratificada por el Gobierno este 20 de agosto— de tomar el control de Ciudad de Gaza. Israel ha aprobado el llamamiento de 60.000 reservistas para ejecutar la invasión, cuya fecha aún no ha sido confirmada. En la fotografía, se ven varios instrumentos musicales colgados dentro de una tienda de campaña utilizada por profesores y alumnos del conservatorio, en Ciudad de Gaza, el 12 de agosto de 2025. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)"Cuando toco, siento que estoy volando. La música me da esperanza y alivia mi miedo", dice Rifan al Qassas, de 15 años, que comenzó a aprender a tocar el oud, un laúd árabe, cuando tenía nueve años. Al Qassas [en la fotografía] espera poder tocar algún día en el extranjero, asegura durante una clase de fin de semana en el Gaza College, el 9 de agosto de 2025. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Antes del conflicto, en ocasiones, Israel concedía permisos de salida a los mejores estudiantes para viajar fuera de Gaza y tocar en la Orquesta Juvenil de Palestina, el conjunto itinerante del conservatorio. Otros actuaban dentro de Gaza, ofreciendo conciertos. Tras 22 meses de bombardeos, algunos de los estudiantes han fallecido, según cuenta Suhail Khoury, presidente del conservatorio. Una de la alumnas asesinadas fue la violinista Lubna Alyaan, de 14 años, que murió junto con su familia al comienzo de la guerra. En la fotografía, niños palestinos practican durante una sesión organizada por el Conservatorio Nacional de Música Edward Said, el 4 de agosto de 2025. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)La antigua sede de la escuela está en ruinas, según un vídeo publicado en enero por un profesor. Las paredes se derrumbaron y las habitaciones estaban llenas de escombros. Un piano de cola desapareció. Pocos instrumentos han sobrevivido a los combates, dice Fouad Khader, coordinador de las clases reanudadas en el conservatorio. Pero algunos de ellos han sido destrozados, añade. Los profesores han experimentado con la fabricación de sus propios instrumentos de percusión a partir de latas y envases vacíos para enseñar a los niños, explica Khader. En la fotografía, el profesor Ahmed Abu Amsha imparte una clase a niñas palestinas, el 5 de agosto de 2025. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Ismail Daoud, de 45 años, que enseña a tocar el laúd, sostiene que la guerra ha despojado a la gente de su creatividad e imaginación, y que sus vidas se han reducido a conseguir lo básico, como comida y agua. El arte es una vía de escape y un recordatorio de una humanidad más amplia, asegura. "El instrumento representa el alma del intérprete", dice. En la fotografía, Daoud toca el laúd dentro de una tienda de campaña en Ciudad de Gaza, el 5 de agosto de 2025.Dawoud Abu Alkas (REUTERS)Youssef Saad, de 18 años, posa con un laúd en el Gaza College, el 9 de agosto de 2025. "Espero enseñar música a los niños para que puedan ver la belleza a pesar de la destrucción", asegura el joven. Dawoud Abu Alkas (REUTERS)"A veces recurro a ejercicios de respiración o toco en silencio cuando los bombardeos son intensos. Cuando toco, siento que vuelvo a respirar, como si el ney liberara el dolor que hay dentro de mí", sostiene Osama Jahjouh, músico palestino. En la fotografía Jahjouh toca la flauta ney en el Gaza College, el 9 de agosto de 2025.Dawoud Abu Alkas (REUTERS)"Cuando toco, siento que estoy curando heridas con el violín", expresa Hamada al Kharoubi, de 25 años. En la fotografía, Al Kharoubi toca el instrumento junto a tres niños en el Gaza College, el 9 de agosto de 2025.Dawoud Abu Alkas (REUTERS)