Nuevo dispositivo permite decodificar los pensamientos de pacientes con parálisis

Un equipo internacional de investigadores ha logrado un avance significativo en la comunicación para personas con parálisis. Gracias a una interfaz de electrodos conectada a una computadora, ahora es posible identificar palabras que una persona solo imagina decir, sin necesidad de pronunciarlas. Este desarrollo abre la puerta a una nueva forma de diálogo para quienes han perdido la capacidad de hablar debido a enfermedades como la ELA o accidentes cerebrovasculares.
El experimento se llevó a cabo dentro del ensayo clínico BrainGate2, que busca conectar el cerebro humano con máquinas mediante señales eléctricas. Uno de los participantes, Casey Harrell, implantado con microagujas en el córtex motor, permitió que la computadora registrara sus señales cerebrales. Gracias a la inteligencia artificial, el sistema predijo cerca de 6.000 palabras con un 97,5% de precisión, recreando la voz del propio Harrell a partir de grabaciones previas.
El equipo liderado por la neurocientífica Erin Kunz comparó las señales de palabras intentadas y palabras imaginadas, logrando identificar palabras pensadas con hasta un 70% de exactitud, cifra que mejora con entrenamiento adicional y ejemplos de habla interior.
El avance plantea desafíos éticos relacionados con la privacidad de los pensamientos. Durante las pruebas, el sistema llegó a detectar palabras que los participantes no deseaban comunicar, como números pensados al contar objetos en pantalla. Esto evidencia la necesidad de controles que protejan la autonomía del paciente.
Los investigadores desarrollaron dos mecanismos principales:
- Diferenciación de habla intentada y hablada internamente, bloqueando la decodificación de pensamientos no deseados.
- Contraseña mental, donde los pacientes imaginan una frase única para activar la decodificación. Este método alcanzó hasta un 98,75% de precisión, garantizando que la computadora solo traduzca pensamientos cuando se desea.
Expertos como Marcus Lionel Brown destacan que estas medidas protegen la autonomía del paciente, mientras que otros, como Evelina Fedorenko del MIT, advierten que la tecnología aún no puede decodificar el contenido espontáneo de la mente humana.
Aunque las interfaces cerebro-máquina todavía no permiten traducir el flujo libre de pensamientos, el progreso de BrainGate2 representa un precedente alentador. Próximamente, pacientes que han perdido la voz podrían volver a comunicarse mediante simples pensamientos, siempre que se mantengan salvaguardas adecuadas para su privacidad y control sobre la información.
La Verdad Yucatán