Ver de nuevo será posible: así es la prótesis ocular que devuelve la visión con un simple implante

Perder la vista por una enfermedad ocular es algo irreversible, pero esto podría estar a punto de cambiar gracias a un gran avance científico: una prótesis ocular que ha logrado devolver la visión a personas ciegas, víctimas de una atrofia geográfica. Esta enfermedad es la última etapa de una forma de degeneración macular asociada a la edad (AMD), que afecta a cinco millones de personas en el mundo y hasta el día de hoy no tenía un tratamiento eficaz.
Bautizado como PRIMA (sistema de micromatriz de implante de retina fotovoltaico), este sistema es el resultado de más de veinte años de investigación por parte de un grupo de científicos europeos y estadounidenses. El dispositivo combina un pequeño implante en el ojo con unas gafas especiales y su eficacia se ha comprobado en un estudio con 38 pacientes de cinco países. Los resultados se publicaron en la conocida revista New England Journal of Medicine.
Cómo funciona el sistemaEl ensayo se centró en 32 personas mayores de 60 años que prácticamente no podían ver y después de un año, 27 de ellas recuperaron la capacidad de leer letras, números y palabras con el ojo tratado. Explican que el sistema funciona con el implante de un microchip de solo dos milímetros cuadrados que se coloca mediante cirugía y con unas gafas de realidad aumentada con cámara. Estas capturan imágenes del exterior y las proyectan en tiempo real en el chip mediante una luz infrarroja.
Este chip, que es sensible a esa luz, convierte las señales en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como imágenes, sustituyendo de esta forma a las células de la retina que han sido dañadas por la enfermedad. Una de las grandes ventajas de este sistema es que no necesita cables ni baterías dado que funciona con luz, lo que lo hace mucho más cómodo que otras prótesis inventadas anteriormente.
Tras la operación, los pacientes comenzaron a utilizar el dispositivo pasado un mes y varios notaron mejoras desde el primer momento, aunque otros fueron progresando con entrenamiento. Después de un año, la mayoría consiguió mejorías en su agudeza visual, llegando incluso a poder leer hasta 12 líneas más en las pruebas ópticas estándar. Es cierto que algunos experimentaron algún efecto secundario leve como presión ocular o pequeños desgarros en la retina, pero todos se solucionaron en pocas semanas sin ninguna consecuencia grave.
Las gafas ofrecen una serie de funciones como permitir ajustar el brillo, contraste y hacer zoom de hasta 12 veces. Debido a ello, según el estudio, muchos pacientes han podido volver a leer libros, reconocer etiquetas o distinguir señales en la calle. De hecho, dos de cada tres pacientes dijeron estar satisfechos con los resultados y aseguraron que PRIMA mejoró su calidad de vida. El dispositivo solo permite ver en blanco y negro, aunque ya se están desarrollando versiones que mostrarán diferentes tonos de gris e incluso color.
También están trabajando en chips con mejor resolución y en gafas más ligeras, y estéticas. Este proyecto comenzó en la Universidad de Stanford y contó con la colaboración de centros europeos como el Hospital Universitario de Bonn. Según sus investigadores y autores, PRIMA podría cambiar la vida de millones de personas y marcar una nueva época en los tratamientos contra la ceguera.
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