“Un pasado esencial”: riqueza arqueológica bajo la carretera


A finales del verano, en septiembre de 2016, comenzaron una serie de excavaciones arqueológicas preventivas relacionadas con la construcción de la Gran Circunvalación Oeste (GCO) de Estrasburgo, a través de la autopista A355. Al concluir, en agosto de 2019, la cosecha resultó excepcional, con cientos de kilos de artefactos y huesos que darían lugar a miles de páginas de informes, ocupando 50 volúmenes encuadernados. Y aún no ha terminado, ya que se siguen estudiando muebles en Sélestat (Bajo Rin).
Es cierto que la operación, que se extiende a lo largo de 24 kilómetros y atraviesa 18 municipios, fue extraordinaria. Las excavaciones abarcaron 62,5 hectáreas tras un diagnóstico que abarcó un total de 405 hectáreas. Se desenterraron doscientas cincuenta ocupaciones humanas, que abarcan desde el Paleolítico temprano hasta la Primera Guerra Mundial. Más de doscientos arqueólogos de toda Francia, en representación de cinco operadores públicos y privados (Inrap, Archéologie Alsace, Anthéa-Archéologie, Archeodunum, Eveha), trabajaron en 34 excavaciones que documentaron la larga historia de este territorio, ocupado ininterrumpidamente desde la época neandertal.
Te queda el 66,13% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.
Le Monde