¡Fresco por delante!

Bueno, eh, ¿cómo decirlo?... La verdad es que sigue siendo un poco sorprendente. Puede que hayamos escuchado la radio y la tele diciendo que la ola de calor ha terminado (por ahora, ¿eh?), pero cuando nos encontramos afuera por la mañana temprano, en pantalones cortos y camiseta, descalzos y con sandalias, nos entra un pequeño escalofrío. ¡Guau!, ¿no haría un fresquito? Ya no nos acordábamos de cómo era, "por debajo de lo normal para la temporada". Solo me falta resfriarme. Diez grados menos de repente, o incluso veinte, digamos que es toda una experiencia. No digo que eche de menos la caldera con las persianas cerradas de la que acabamos de salir, no me hagan decir lo que no he dicho (todavía). Pero haría un poco más de calor (o menos frío), ¿ven?, no me importaría.
La Croıx