Las inundaciones repentinas en Texas revelan la ineficacia de los sistemas de alerta temprana

La catastrófica inundación del río Guadalupe el 4 de julio en Estados Unidos es un recordatorio de que ante inundaciones, incendios y otros desastres relacionados con el clima, los mensajes de texto y los boletines de advertencia no son suficientes, señala el Financial Times.
Tras las catastróficas inundaciones que mataron a más de un centenar de personas en Texas, crece en Estados Unidos la preocupación por el nivel de preparación de las autoridades para advertir a la población en caso de peligro inminente, ya que el cambio climático hace que estos fenómenos sean cada vez más frecuentes y violentos.
Las autoridades estadounidenses deben rendir cuentas: ¿Por qué no se evacuó a tanta gente? ¿Se advirtió adecuadamente a la población antes del desbordamiento del río Guadalupe tras las fuertes lluvias de la madrugada del 4 de julio? Casi 170 personas siguen desaparecidas [y 121 han fallecido].
La inundación, que ocurrió durante el fin de semana del Día de la Independencia de Estados Unidos cuando muchos turistas visitaban la región, es el último desastre que culpa a los sistemas de alerta ineficaces por no salvar vidas.
Incluso en países ricos con servicios de emergencia y comunicaciones fiables, el fallo de las alertas pesa mucho en el balance de muertos en los últimos desastres: más de 200 muertos en España el año pasado tras las brutales inundaciones en Valencia; más de 100 muertos en 2023 en los incendios de Hawaii ; casi 200 durante las inundaciones en Alemania.
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Courrier International