Una nueva tripulación internacional está en camino a la ISS para la undécima misión regular de rotación de tripulación estadounidense para la NASA.
Se espera que su estancia dure aproximadamente seis meses. Una tripulación de cuatro personas, incluyendo un ruso, lanzada por la NASA y SpaceX se dirige a la Estación Espacial Internacional (EEI) el viernes 1 de agosto. Los dos astronautas estadounidenses, Zena Cardman y Mike Fincke, Kimiya Yui de Japón y Oleg Platonov de Rusia, despegaron a las 11:43 a. m. hora local (5:43 p. m. hora de París) desde el Centro Espacial Kennedy en Florida a bordo del cohete Falcon 9.
“Es un honor, un privilegio y una elección para nosotros ser parte de algo que es mucho más grande que los humanos, pero son los humanos los que hacen grande a esta empresa”, dijo Zena Cardman poco antes del lanzamiento.
La cápsula Crew Dragon, bautizada «Endeavour» y colocada encima del cohete que transportará a la tripulación, ya ha sido utilizada en cuatro misiones anteriores de la NASA, así como en una misión privada.
Los cuatro pasajeros en esta ocasión son miembros de la Tripulación 11, la undécima rotación regular de la tripulación estadounidense a la EEI, realizada por SpaceX para la NASA. La NASA y la agencia espacial rusa Roscosmos, que operan conjuntamente en la EEI, han establecido un programa de intercambio de astronautas, en el que cada una se turna para transportar a un miembro de la tripulación del otro país.

Durante su misión de seis meses, la Crew-11 simulará escenarios de aterrizaje lunar que podrían ocurrir cerca del polo sur lunar como parte del programa Artemis, liderado por Estados Unidos, para regresar a la Luna. También evaluarán los efectos de la gravedad en la capacidad de los astronautas para pilotar naves espaciales, incluyendo futuros módulos de aterrizaje lunar.
La tripulación 11 también lleva a bordo fruta, granadas armenias, que se compararán con un lote de control dejado en la Tierra para estudiar la influencia de la microgravedad en el crecimiento de los cultivos.
El laboratorio volante de la ISS, habitado continuamente desde el año 2000, sirve como banco de pruebas vital para la investigación en exploración espacial, en particular para posibles misiones a Marte.
La Estación Espacial Internacional (ISS), un modelo de cooperación internacional que une a Europa, Japón, Estados Unidos y Rusia, comenzó a ensamblarse en 1998. Su retiro estaba previsto para 2024, pero la NASA estimó que podría operar hasta 2030. Dmitry Bakanov, director de la agencia espacial rusa Roscosmos, conversó esta semana con Sean Duffy, administrador interino de la NASA, sobre el futuro de la estación. Fue la primera reunión presencial con su homólogo estadounidense desde 2018.
Tras el deterioro de las relaciones ruso-estadounidenses debido a la guerra en Ucrania, Rusia amenazó con retirarse prematuramente de la cooperación en la EEI. El jueves, Dmitri Bakanov confirmó que su país mantiene su compromiso de continuar operando la EEI hasta 2028 y de trabajar en su desorbitación hasta 2030, lo que convierte a la Estación Espacial Internacional en una de las pocas áreas de cooperación entre Washington y Moscú.
El mundo con AFP
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