Roborock Saros Z70, la reseña: aspira, lava y tiene un brazo robótico que ordena
El Roborock Saros Z70 es más que un simple robot aspirador: es un primer paso concreto hacia una nueva generación de asistentes domésticos, más versátiles e inteligentes. Con su brazo mecánico OmniGrip, plegable y capaz de agarrar objetos de hasta 300 gramos, introduce una función hasta ahora solo vista en conceptos tecnológicos o películas de ciencia ficción. Aún no estamos al nivel de R2-D2 de Star Wars ni de Rosie de Los Supersónicos, pero la idea de que un robot no solo pueda limpiar suelos, sino también mover objetos y, algún día, incluso hacer la cama, empieza a parecer menos lejana.
El brazo OmniGrip es, sin duda, la novedad más interesante del Saros Z70. Actualmente, puede funcionar por sí solo al encontrar objetos que pueda manipular en cuanto a peso y tamaño, o puede controlarse manualmente mediante una aplicación (parecerá un videojuego) para agarrar objetos ligeros como calcetines, zapatos o juguetes pequeños, y también puede mapear y recordar la ubicación de lo que mueve.
La automatización y el movimiento del brazo aún son limitados y requieren mayor desarrollo por parte de Roborock, pero la base tecnológica ya es impresionante. Es fácil imaginar desarrollos futuros en los que esta misma pinza mecánica pueda realizar acciones más complejas o interactuar con otros dispositivos domésticos inteligentes.
La evolución de la robótica de suelo abre perspectivas interesantes, no sólo para los apasionados de la tecnología, sino también para aquellos con necesidades específicas: personas con movilidad reducida, hogares con ambientes especialmente desordenados o simplemente usuarios que sueñan con no mover un dedo en casa: porque no les gustan las tareas del hogar, o porque no tienen tiempo suficiente para realizarlas.
El Saros Z70, dejémoslo claro desde el principio, aún no es un asistente completo, pero representa una transición clara y concreta hacia un futuro automatizado, cada vez más eficiente gracias al progreso de la robótica y, en especial, de la inteligencia artificial, que ya ha permitido a estos dispositivos dar pasos de gigante en la navegación por viviendas y la superación de obstáculos. En un sector donde la innovación a menudo se traduce en pequeñas mejoras graduales, Roborock, en este caso, da un paso muy audaz, muy por delante de sus competidores.
El nuevo robot aspirador de la compañía china, que recordamos se encuentra entre los líderes absolutos en un mercado que responde a una demanda creciente, es un objeto diseñado para sorprender: ideal para quienes aman mostrar a sus amigos el último gadget domótico, o para quienes quieren experimentar hoy con tecnologías que serán comunes mañana.
Existen limitaciones (por ejemplo, el precio es elevado, mucho mayor que el de un modelo sin brazos de gama alta), pero el Saros Z70 sugiere un futuro en el que el hogar inteligente no solo responderá a comandos de voz, sino que realmente comenzará a interactuar con el entorno físico. Y quizás algún día, en serio, incluso a bajar las sábanas.
DiseñoEl Saros Z70 cuenta con el habitual cuerpo robótico circular. Los materiales, como nos tiene acostumbrados Roborock, son de calidad.
El robot parece inmediatamente sólido y más pesado de lo habitual debido al brazo plegado en su interior, listo para emerger de una puerta brillante.
El peso adicional no es necesariamente un defecto: permite que el Saros Z70 presione de manera más efectiva sus paños circulares sobre el piso cuando cambia a trapeador durante o después de aspirar.
Inmediatamente notamos que, nuevamente debido al volumen del nuevo brazo, el Saros Z70 prescinde de la clásica torreta con sensor LiDAR. Incluso en este caso, el dispositivo pierde algo en precisión de navegación, pero gana en grosor: su bajo perfil de tan solo 8 cm le permite pasar con tranquilidad bajo muebles bajos o camas.
La estación de carga, muy elegante, es una unidad completa y versátil que no solo carga el robot y vacía su depósito de polvo integrado, sino que también llena el depósito de agua, dispensa detergente, limpia los cepillos de fregado con agua caliente (hasta 80 °C) y los seca con aire caliente (hasta 50 °C). Además, la base cuenta con función de autolimpieza. Nos gustó que los depósitos de agua sean fácilmente accesibles y extraíbles.
La base del Saros Z70 cuenta con una bolsa para polvo de 2,5 litros (oculta en un cajón debajo de los tanques, con una tapa magnética) y grandes tanques de agua: 4 litros para agua limpia y 3 litros para agua sucia.
También incluye un depósito más pequeño para detergente, que la base dispensa automáticamente. El polvo se vacía automáticamente al final de cada ciclo de limpieza, por lo que el pequeño tamaño del depósito de suciedad del robot, que en este caso, gracias al brazo, solo alcanza los 180 ml, no supone un problema: en un mes no usamos el depósito, salvo para limpiarlo de las diminutas piezas de Lego que el Saros Z70 había ingerido sin querer.
El brazo mecánico OmniGrip del Roborock Saros Z70 nos intrigó desde el primer uso, y si bien por un lado representa una importante innovación tecnológica en el panorama de los robots domésticos, por otro nos pareció todavía estar en una fase inmadura.
El diseño de ingeniería es notable: un brazo plegable de cinco ejes, integrado en un cuerpo de menos de 8 cm de altura, con sensores y una pequeña cámara RGB para el reconocimiento visual de objetos.
En el modo manual, controlado mediante la aplicación, el sistema funciona bastante bien: conseguimos que recogiera con cierta precisión calcetines y zapatillas (excepto las chanclas, que rara vez consiguió coger), pañuelos y pequeños juguetes.
Siempre en modo manual, es sencillo y divertido depositar los objetos recogidos en la caja diseñada por Roborock para la recogida -cuyo volumen hay que tener en cuenta si se pretende utilizarla (sus dimensiones son sin embargo reducidas).
La interfaz es intuitiva y permite definir zonas de recogida o almacenamiento, incluso mediante código QR.
Sin embargo, en lo que respecta al uso automático, las limitaciones se hacen evidentes. El reconocimiento de objetos aún es muy limitado, la biblioteca de elementos identificables es limitada y la acción del brazo no siempre es fiable: puede no detectar el objeto o depositarlo en el lugar equivocado.
Por ejemplo, no funciona debajo de muebles bajos, y en algunos casos observamos que la acción era tan lenta que no resultaba muy útil en la práctica diaria. Además, la eficacia del agarre varía según la forma y el material del objeto, y el sistema aún no parece capaz de distinguir eficazmente entre objetos de forma similar pero con diferente función o color.
En cuanto a seguridad, Roborock ha hecho un buen trabajo: cuenta con software y bloqueos físicos para evitar activaciones accidentales, y sensores que desactivan el brazo si detectan algo a menos de 45 cm por encima del robot. Pero, en general, creemos que las desventajas superan a las ventajas, al menos por ahora.
El brazo OmniGrip sigue siendo una demostración fascinante: interesante para aquellos que quieran experimentar con una tecnología todavía en sus inicios, pero que aún no es lo suficientemente fiable como para justificar por sí sola el elevado precio del dispositivo.
NavegaciónEl Saros Z70 utiliza el Sistema Autónomo StarSight 2.0 de Roborock para la navegación. Este sistema utiliza tecnología de tiempo de vuelo 3D de doble luz y una cámara RGB con inteligencia artificial para crear modelos 3D de alta calidad de las habitaciones y detectar obstáculos en tiempo real. Esta tecnología permite al robot crear mapas increíblemente claros y precisos de su hogar.
El sistema también incluye el sistema de evasión de obstáculos laterales VertiBeam, que utiliza un láser vertical y otro frontal para medir la altura y la distancia de objetos y paredes. En nuestras pruebas, el movimiento del robot fue casi perfecto y rara vez tuvo indecisiones, casi nunca se mordió cables ni cordones, incluso se posicionó de forma que lo pusiera en apuros deliberadamente. El Saros Z70 está diseñado, según Roborock, para detectar con precisión más de 100 objetos comunes en el hogar.
En cuanto a la potencia de succión, el Roborock Saros Z70 nos convenció en muchos aspectos. Su potencia declarada de 22 000 Pa lo sitúa entre los robots aspiradores de mayor rendimiento del mercado. De hecho, en nuestras pruebas, demostró ser especialmente eficaz eliminando polvo fino, pelos muy largos y residuos más consistentes, como cereales o migas, tanto en suelos duros como en alfombras de pelo corto.
La potencia de succión, combinada con un buen sistema de gestión del flujo de aire, garantiza resultados excelentes en condiciones reales. Descubrimos que la Saros Z70 captó la suciedad eficazmente incluso en bordes y esquinas, gracias a un cepillo lateral extensible y un rodillo central bien diseñado.
Algunos probadores estadounidenses, como Vacuum Wars , han detectado una potencia de succión inferior a la media directamente en la entrada del canal de recogida, pero no hemos encontrado ningún impacto negativo evidente en el resultado final de la limpieza.
En resumen, sentimos que la combinación de potencia teórica, gestión del aire y diseño del cepillo hicieron que la experiencia de succión del Saros Z70 estuviera a la altura de las expectativas de un producto de alta gama.
LavadoLa fregona del Roborock Saros Z70 nos pareció una de las más efectivas que hemos probado hasta la fecha en un robot doméstico. La configuración de doble mopa giratoria, combinada con la capacidad de uno de los paños para ampliar su radio de acción, garantiza una cobertura completa incluso en los bordes y alrededor de las patas de los muebles.
En nuestras pruebas, el robot eliminó fácilmente manchas cotidianas como salpicaduras de café o huellas dactilares, y funcionó muy bien incluso con la suciedad más rebelde: una doble pasada a máxima potencia eliminó casi por completo un rastro de mayonesa seca, dejando solo un ligero halo.
También valoramos el hecho de que los discos se levantan automáticamente sobre las alfombras, evitando mojarlas, y que se lavan con agua caliente (hasta 80?°C) y se secan con aire caliente en la base, manteniéndolos higienizados y listos para el próximo uso.
La aplicación Roborock que controla el Saros Z70 parecía sólida, bien diseñada y con muchas funciones, aunque tenía margen de mejora. La configuración inicial fue rápida y sencilla: basta con escanear el código QR y el robot realiza un primer mapeo detallado de la casa.
Por supuesto, sería bueno que el robot pudiera adquirir automáticamente la contraseña de la red doméstica a la que está asociado, sin que el usuario tenga que introducirla, como ocurre por ejemplo en los dispositivos de Amazon con Alexa integrada.
La gestión de la limpieza a través de la app, en cualquier caso, se ha demostrado extremadamente flexible: podemos crear zonas personalizadas, definir zonas a evitar, programar horarios y rutinas específicas o dejar que la inteligencia artificial del sistema SmartPlan 2.0 decida la ruta y el tipo de limpieza en función del entorno detectado.
Una de las características que más nos impresionó es el control remoto del brazo OmniGrip, bien integrado en la interfaz: podremos seleccionar objetos a recoger, definir su zona de almacenamiento e incluso crear “estaciones de carga” reconocidas por el robot.
En el uso diario, la interfaz de la aplicación resultó fluida, con mapas fáciles de leer y actualizaciones en tiempo real. Además, es compatible con los principales asistentes de voz, desde Alexa hasta Siri. En general, nos pareció uno de los mejores ecosistemas de software de su categoría: potente, moderno y en constante evolución.
En cuanto a la duración de la batería, el Roborock Saros Z70 nos pareció acorde con las expectativas para un modelo de tan alta gama. Durante nuestras pruebas, lo forzamos a funcionar hasta 180 minutos en modo estándar antes de necesitar recarga, una duración más que suficiente para cubrir hogares medianos y grandes sin tener que parar en la base para recargarlo.
La carga completa, que tarda unas dos horas y media, nos pareció razonable, sobre todo considerando la capacidad de la batería, de 6400 mAh. No detectamos ninguna disminución del rendimiento durante el uso prolongado ni comportamientos anómalos cerca del umbral de carga crítico.
En entornos más complejos, con alfombras u obstáculos frecuentes, el robot mantuvo una buena autonomía sin sacrificar potencia de succión ni eficacia de lavado. En definitiva, nos pareció un robot capaz de gestionar sesiones de limpieza completas, casi siempre en una sola pasada, con una batería que, si bien no batió récords, demostró ser fiable y eficiente.
El Roborock Saros Z70 se sitúa en el extremo superior del mercado de las aspiradoras robot, con un precio de salida de 1.799 € que, como suele ocurrir, seguramente se reducirá en el futuro.
Esto la convierte en una de las aspiradoras robot más caras que hemos probado. Solo podemos justificar parcialmente este precio.
Si bien el rendimiento de succión y lavado está en línea con los productos estrella de la compañía china, así como los materiales utilizados, nos damos cuenta de que una cifra tan alta depende de la presencia del brazo robótico incluido en este modelo, una novedad que el usuario se ve obligado a adquirir a un precio elevado. Y sin obtener una rentabilidad sorprendente en términos de automatización y limpieza del hogar.
La historia tomaría un giro diferente, por supuesto, si el Saros Z70 pudiera agarrar con precisión cualquier objeto y devolverlo a la caja que viene con el robot. Esta operación no siempre es eficiente y, en ocasiones, puede causar cierta frustración.
Veredicto finalEl Roborock Saros Z70 es un robot que mira hacia el futuro. Con su diseño refinado, excelente rendimiento de limpieza y navegación de primera, se consolida como uno de los mejores dispositivos de su categoría para aspirar y fregar. Su base multifuncional, capaz de vaciar el polvo, fregar con agua caliente y secar, completa una experiencia verdaderamente manos libres, que nos pareció fiable y de excelente diseño.
La verdadera estrella, sin embargo, es el brazo mecánico OmniGrip: ambicioso, futurista y revolucionario en teoría. Y en parte lo es. Usado manualmente, a través de una aplicación, ofrece una muestra concreta de lo que podría significar tener un robot que no solo limpia, sino que también interactúa con el entorno. Sin embargo, su automatización aún es inmadura: la biblioteca de objetos reconocidos es limitada, los movimientos son lentos y la precisión no siempre es impecable. Es una idea brillante, pero en esta primera generación sigue siendo más una promesa que una función verdaderamente transformadora.
Recomendamos el Saros Z70 a quienes buscan lo mejor en tecnología doméstica disponible hoy en día, a quienes les gusta experimentar con innovaciones antes que nadie y a quienes buscan una combinación de limpieza excelente con un toque de robótica de ciencia ficción. No es el modelo ideal para quienes buscan un robot que limpie bien y nada más: en ese caso, modelos como el Saros 10R ofrecen un rendimiento de limpieza similar a un precio mucho más asequible.
El Saros Z70 es, en definitiva, una inversión en el futuro del hogar inteligente. No es perfecto, pero es increíble.
Lo que nos gustó:
- La idea de un brazo robótico innovador que pueda recoger activamente objetos pequeños.
- Excelente rendimiento de succión en diversas superficies, incluido el pelo de las mascotas.
- Eficaz sistema de lavado de doble rotación con cepillo de borde.
- Base elegante, muy agradable a la vista, que permite el vaciado automático del polvo y del agua sucia.
- Muy buena navegación y evitación de obstáculos.
- Configuración muy sencilla
Lo que no nos gustó
- Demasiadas indecisiones e imprecisiones del brazo robótico
- El precio muy alto
- Ruido ligeramente excesivo procedente de las operaciones realizadas por la base (carga/descarga de agua, vaciado de polvo, secado de ropa)
- El pequeño contenedor de polvo integrado podría ser un problema para algunos
- El cepillo inferior único
repubblica
