La obesidad no es solo un problema físico, sino sobre todo psicológico. ¿Cómo puede un psicólogo ayudar a un paciente con obesidad?

Hasta hace poco se consideraba un problema estético, pero hoy, sin lugar a dudas, se considera una enfermedad crónica grave. La obesidad afecta a personas de todas las edades, y cada vez más a niños. No es solo un "mal hábito" ni "unos kilos de más": es una verdadera amenaza para la salud, la vida y la calidad de vida cotidiana.
La obesidad es una acumulación excesiva de tejido graso: en los hombres, supera el 25 % del peso corporal; en las mujeres, más del 30 %. Se diagnostica médicamente cuando el IMC supera los 30 kg/m². Pero estos son solo números. Detrás de ellos se esconden causas específicas de la obesidad : un estilo de vida sedentario, una dieta altamente procesada, el estrés, ciertos medicamentos o enfermedades hormonales como el hipotiroidismo o el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
No se trata solo de la talla de ropa. La obesidad afecta a todo el cuerpo. En exceso, las células grasas comienzan a producir sustancias que alteran el funcionamiento de los órganos internos y el equilibrio hormonal. Los efectos de la obesidad son:
diabetes tipo 2
hipertensión arterial
aterosclerosis y enfermedades cardíacas
hígado graso y cálculos biliares
trastornos hormonales (incluido el síndrome de ovario poliquístico)
apnea del sueño
problemas de fertilidad y potencia
cáncer (de mama, de ovario, de colon y de próstata)
La obesidad tampoco perdona el sistema musculoesquelético : el exceso de peso ejerce presión sobre las articulaciones, especialmente las caderas y las rodillas, lo que provoca dolor, restricciones de movimiento y, en casos extremos, discapacidad.
Las consecuencias psicológicas de la obesidad no son menos graves. Baja autoestima, falta de aceptación del propio cuerpo, aislamiento social, culpa e incluso depresión: estas son las realidades cotidianas de muchas personas que luchan contra el sobrepeso. Paradójicamente, la obsesión por perder peso puede agravar el problema, provocando trastornos alimentarios y una relación poco saludable con la comida.
En las mujeres embarazadas, la obesidad aumenta el riesgo de abortos espontáneos, complicaciones durante el parto y defectos congénitos en el niño. También existe un creciente debate sobre el impacto del peso corporal en las dificultades para concebir.
Según leemos en el sitio web del Centro CBT:
- El psicólogo ayuda al paciente a comprender los mecanismos psicológicos relacionados con la obesidad, le enseña a afrontar el estrés y las emociones y le motiva a realizar cambios saludables.
Todo terapeuta que trate a un paciente que padezca obesidad debe guiarlo a través de tres etapas de diagnóstico y terapia, es decir, diagnóstico psicológico, apoyo psicológico y psicoterapia.
El primer paso es evaluar los factores psicológicos que afectan el peso del paciente. El psicólogo analiza los rasgos de personalidad, las emociones, los patrones de comportamiento y las maneras de afrontar el estrés para adaptar los métodos de apoyo individualizados.
- El psicólogo ayuda al paciente a construir la motivación para el cambio, le educa sobre los mecanismos psicológicos relacionados con la nutrición y le ayuda a desarrollar estrategias saludables para afrontar las dificultades.
En caso de problemas mentales coexistentes, como depresión, trastornos alimentarios o compulsión alimentaria, un psicólogo puede derivar al paciente a psicoterapia. La terapia permite profundizar en las causas del problema y modificar patrones desfavorables de pensamiento y comportamiento.
La obesidad se diagnostica con base en el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura . Se trata de una enfermedad que se trata durante meses o incluso años. Es fácil darse cuenta de que perder peso no es cuestión de una semana ni de una sola dieta. Es un proceso que requiere un enfoque integral: cambios en el estilo de vida, atención especializada y, en algunos casos, tratamiento farmacológico o quirúrgico.
¿Qué puede ayudar en la lucha contra la obesidad?
actividad física diaria (caminar, andar en bicicleta, nadar, gimnasio)
nutrición consciente y equilibrada
tratamiento de comorbilidades
apoyo de un psicólogo o dietista
Sueño adecuado y reducción del estrés
Cirugía bariátrica (p. ej., reducción de estómago): para personas con un IMC superior a 40 o superior a 35 con comorbilidades
La lucha contra la obesidad es una lucha por la salud, la forma física y la vida. También es una lucha contra los mitos, la estigmatización y la trivialización del problema. Se puede vencer la obesidad, siempre que dejemos de ignorarla y empecemos a tomarla en serio.
Actualizado: 14/06/2025 14:00
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