Arqueólogos sorprendidos por hallazgos inesperados en el fondo de un lago seco después de un huracán

Los trabajos de restauración en EE. UU. revelan artefactos olvidados durante mucho tiempo
Tras la devastadora tormenta Helen, se inició la restauración a gran escala de los recursos naturales e hídricos en el oeste de Carolina del Norte. Uno de los puntos clave fue el lago Lure.

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A raíz de un potente huracán que pasó en septiembre de 2024, el nivel del agua en el lago bajó significativamente, lo que permitió a expertos y vecinos ver el fondo de este embalse por primera vez en casi un siglo.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. ha iniciado una importante operación de bombeo para retirar los escombros del lago Lure y restaurar la belleza natural de la zona. El trabajo, que lleva meses en marcha, ha descubierto asombrosos objetos históricos enterrados bajo el lodo del fondo del lago. Entre los hallazgos se encuentra un camión antiguo de la década de 1920, así como una embarcación de madera que parece haber sido utilizada como taxi acuático en la primera mitad del siglo XX.
La embarcación descubierta atrajo especial atención. Se encontró en estado de naufragio, cubierta de lodo y limo, pero conservaba las características de las embarcaciones de madera de la época. Según representantes de la empresa que repara y mantiene muelles y cobertizos para embarcaciones en el lago, la embarcación pertenecía a uno de los primeros desarrolladores de la región, la familia Tanner. Durante la investigación, se estableció que esta embarcación se llamaba "Pooh Bear" y se utilizaba como lancha personal.
Kenneth Tanner, descendiente de la familia, dijo que el barco se hundió antes de que él naciera.
"Me siento muy bien. Es un recordatorio de la larga historia del lago y de la conexión de mi familia con este lugar", dijo el hombre.
Además del barco, se encontraron los restos de una camioneta Ford Modelo T en el fondo, volcada y cubierta de lodo. Faltaban muchas piezas del vehículo, lo que, según los arqueólogos, indica que fue desmantelada y desechada tras averiarse. También se encontraron escalones de hormigón completos, que se cree pertenecen a una antigua construcción o residencia que antaño se alzaba en la orilla.
El lago está actualmente cerrado al público por razones de seguridad, y las labores de limpieza continúan. Especialistas y trabajadores trabajan 12 horas diarias para retirar más de 376.000 toneladas de sedimentos y escombros. Se prevé que los trabajos continúen hasta finales de verano o incluso hasta otoño. Las autoridades esperan que, una vez finalizado el proyecto, el lago Lure vuelva a ser atractivo para turistas y residentes locales, y que conserve su valor histórico.
Los residentes locales y los historiadores ya expresan su esperanza de que estos descubrimientos inspiren más investigaciones y la preservación del patrimonio cultural de la región: «En el futuro, habrá nuevas exposiciones y recorridos que relatarán la vida durante la época de los huracanes, el primer transporte fluvial y el desarrollo de la región».

