Resulta que la peste bubónica se adaptó para sobrevivir

Científico Poinar: Se han identificado mutaciones que prolongaron la epidemia de peste negra

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Científicos de la Universidad McMaster de Canadá y del Instituto Pasteur de Francia han descubierto el secreto evolutivo de uno de los patógenos más antiguos, la bacteria Yersinia pestis, que causa la peste bubónica. Un solo gen permitió que la plaga sobreviviera durante siglos controlando su letalidad, pero finalmente condujo a su extinción.
Los expertos estudiaron cientos de muestras de Y. pestis, desde restos de víctimas de pandemias medievales hasta cepas modernas. Descubrieron que el gen pla desempeñaba un papel clave en la supervivencia y el cambio de agresividad de las bacterias. Ayuda al bacilo de la peste a penetrar en el sistema inmunológico sin ser detectado hasta los ganglios linfáticos y luego a propagarse por todo el cuerpo. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Science.
Los experimentos realizados en ratones demostraron que una alta actividad genética hacía que las bacterias fueran extremadamente letales y la enfermedad conducía a una muerte rápida. A medida que el número de copias de genes disminuyó, el curso de la infección se hizo menos grave: la mortalidad disminuyó en un 20% y la duración de la enfermedad aumentó. Los individuos infectados vivieron más tiempo, logrando infectar a más personas, lo que prolongó la existencia del patógeno.
Se han observado cambios similares al menos dos veces en la historia: durante la peste de Justiniano (siglos VI-VIII) y la segunda pandemia, incluida la Peste Negra del siglo XIV. Aproximadamente un siglo después del inicio de cada pandemia, Y. pestis evolucionó perdiendo copias del gen pla. Sin embargo, estas formas "moderadas" desaparecieron con el tiempo.
Observamos una sorprendente similitud en la trayectoria evolutiva de las cepas antiguas y modernas: una virulencia reducida como estrategia de supervivencia que finalmente conduce a la extinción, dijo Hendrik Poinar, coautor del estudio y director del Centro de ADN de la Universidad McMaster.
Los investigadores subrayan que las pandemias de peste fueron principalmente epidemias entre ratas. Las ratas negras, especialmente las urbanas, sirvieron como portadores ideales de la infección. Cuanto más tiempo permanecían vivos los roedores infectados, más tiempo persistía el patógeno.
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mk.ru