Se evalúa el riesgo de demencia en fumadores de mediana edad que dejan de fumar

El riesgo de desarrollar demencia en personas que dejan de fumar en la mediana edad es el mismo que en quienes nunca han fumado. Las investigaciones demuestran que dejar el hábito ralentiza la pérdida de memoria en un 20 %.
Las investigaciones han demostrado que las personas que dejan de fumar en la mediana edad pueden experimentar un declive tan dramático en sus capacidades cognitivas que dentro de 10 años sus probabilidades de desarrollar demencia son las mismas que las de aquellos que nunca han fumado, informa The Guardian.
Según un estudio de 9.436 personas en Inglaterra, Estados Unidos y otros 10 países europeos, dejar el hábito ralentiza la pérdida de memoria en un 20%.
Los hallazgos se suman a la creciente evidencia de que dejar de fumar puede disminuir el ritmo de deterioro mental que viene con el envejecimiento y así ayudar a prevenir el desarrollo de la demencia.
"Nuestro estudio demuestra que dejar de fumar puede ayudar a las personas a mantener la salud cognitiva a largo plazo, incluso a partir de los 50 años", afirmó la Dra. Michaela Blumberg del University College de Londres, investigadora principal.
"Ya sabemos que dejar de fumar, incluso en la edad adulta, suele estar asociado con una mejor salud física y bienestar. Parece que nunca es tarde para dejarlo también por nuestra salud cognitiva", añadió.
La Dra. Blumberg y sus colegas de la Universidad de California en Los Ángeles llegaron a sus conclusiones comparando el funcionamiento cognitivo de adultos de al menos 40 años en 12 países que dejaron de fumar con el de quienes continuaron fumando. Aunque sus puntuaciones iniciales fueron similares, quienes dejaron de fumar mostraron ventajas significativas sobre los fumadores cuando se evaluaron sus capacidades cognitivas durante los seis años siguientes.
"Las personas que dejaron de fumar mostraron trayectorias cognitivas más favorables tras dejarlo que quienes continuaron fumando", escribieron los investigadores en The Lancet Healthy Longevity. "Durante el período posterior al abandono, quienes dejaron de fumar experimentaron un deterioro más lento de la función cognitiva que quienes continuaron fumando. Estos hallazgos resaltan la importancia de dejar de fumar, incluso en la edad adulta, para la salud cognitiva a largo plazo".
Si bien los hallazgos no prueban una relación de causa y efecto, podrían brindar una "motivación convincente" para los fumadores de mayor edad, quienes tienen menos probabilidades que los grupos de menor edad de intentar dejar de fumar, agregaron los autores.
Fumar es uno de los 14 factores de riesgo de demencia identificados por un panel de expertos convocado por la revista médica The Lancet el año pasado. Los expertos añadieron que existe una creciente evidencia de que abordar problemas como la depresión, el consumo excesivo de alcohol, la pérdida auditiva y el colesterol alto es la principal manera de reducir el riesgo de demencia.
“Estos hallazgos respaldan la evidencia existente de que adoptar un estilo de vida más saludable puede tener un impacto medible en la salud cerebral”, señala el Dr. Richard Oakley, subdirector de investigación e innovación de la Sociedad de Alzheimer. “Sabemos que dejar de fumar, mantenerse físicamente activo, llevar una dieta sana y equilibrada y consumir menos alcohol pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia”.
El artículo explica que se cree que fumar contribuye a la neurodegeneración al dañar la salud cardiovascular, afectar los vasos sanguíneos que suministran oxígeno al cerebro, causar inflamación crónica y dañar directamente las células cerebrales a través del estrés oxidativo.
Sin embargo, la Dra. Julia Dudley, líder del estudio en Alzheimer's Research UK, advirtió que «el mayor deterioro cognitivo observado en fumadores no implica que estos individuos vayan a desarrollar demencia». Añadió que las diferencias en el nivel socioeconómico o el consumo de alcohol entre ambos grupos podrían haber influido en los resultados.
Caroline Cherney, subdirectora ejecutiva de Acción sobre Tabaquismo y Salud (ASH), comenta: «Sabemos desde hace tiempo que fumar aumenta el riesgo de demencia y deterioro cognitivo, pero esta importante evidencia demuestra que el daño se puede reducir al dejar de fumar. Esto ilustra por qué es tan importante dejar de fumar a cualquier edad, pero especialmente en la mediana edad, antes de que aparezcan muchos síntomas de deterioro cognitivo, y destaca la necesidad de una inversión continua en servicios para dejar de fumar».
El mes pasado, el 35% de los fumadores en Inglaterra intentó dejar de fumar y el 29% lo logró, casi el doble de la cifra registrada en 2007, según informa The Guardian.
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