Cómo el cambio climático perjudica la salud y qué la beneficia

Infartos, golpes de calor, insomnio, problemas de salud mental y un aumento de enfermedades tropicales: la crisis climática amenaza la salud de un número cada vez mayor de personas en todo el mundo. Según estimaciones científicas, un promedio de más de medio millón de personas muere cada año por las consecuencias directas o indirectas de fenómenos meteorológicos extremos.
Las consecuencias del calentamiento global, como las olas de calor extremas, las sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, nunca han sido tan amenazantes. Así lo afirman los 128 autores del Informe de Cuenta Regresiva de The Lancet, publicado hoy.
El informe se considera un referente reconocido en la relación científica entre el calentamiento global y la salud.
Estos problemas se están agravando debido al cambio climático, causado principalmente por los gases de efecto invernadero procedentes de la quema de carbón , petróleo y gas.

Más de dos millones de personas mueren cada año como consecuencia de la crisis climática, incluidas las muertes por contaminación atmosférica. Los países africanos, el Sudeste Asiático y América Latina se ven particularmente afectados, afirman los autores.
"Hay millones de muertes cada año: porque seguimos dependiendo de los combustibles fósiles, porque retrasamos la mitigación del cambio climático y porque somos lentos en adaptarnos al cambio climático, que es inevitable", dijo Marina Romanello, directora ejecutiva de la colaboración de investigación Lancet Countdown y profesora del Instituto de Salud Global del University College de Londres.
El resultado: Cada vez más, las olas de calor sobrecalientan el cuerpo, sobrecargan el corazón y los riñones, y nos privan del sueño. Las fuertes lluvias e inundaciones contaminan el agua potable y promueven infecciones. Las sequías y las consiguientes pérdidas de cosechas exacerban el hambre en todo el mundo y provocan desnutrición y riesgos de higiene. El humo y el polvo de los incendios forestales dañan los pulmones, el corazón y a los fetos en el útero. Esto también incluye cortes de electricidad tras desastres, hospitales destruidos y cadenas de suministro interrumpidas, lo que dificulta el suministro en situaciones críticas.
Los autores del estudio escriben que 13 de un total de 20 indicadores de riesgos para la salud han aumentado significativamente en el último año.
"Lo más preocupante es que la tendencia de casi todos los indicadores va en la dirección equivocada", continuó Romanello.

La escasez de agua o alimentos, y las catastróficas condiciones sanitarias causadas por sequías, inundaciones o calor extremo cuestan vidas humanas y cientos de miles de millones de dólares estadounidenses al año. Los daños causados por la pérdida de empleo por enfermedad y ausentismo superarán el billón de dólares para 2024, solo por el calor extremo. Esto representa aproximadamente el uno por ciento de la producción económica mundial.
Además, los fenómenos meteorológicos extremos causaron daños económicos por 304 mil millones de dólares en 2024, un aumento de casi el 60 por ciento en diez años.
Según Romanello, la mayoría de los afectados en todo el mundo no tienen seguro, lo que hace que las consecuencias para los afectados sean aún más dramáticas.

A medida que aumentan las temperaturas, los mosquitos, las garrapatas y los flebótomos también se propagan a otras regiones.
La semana pasada, se documentaron mosquitos por primera vez en la isla de Islandia, al norte de Europa. Los científicos afirman que esto es una clara señal del cambio climático. El aumento de las temperaturas está abriendo nuevos hábitats para insectos que pueden transmitir enfermedades y parásitos graves o mortales. Como resultado, el número de infecciones por dengue, malaria, leishmaniasis y otras enfermedades está aumentando en todo el mundo.
En 2024, hubo un número récord de infecciones de dengue en todo el mundo, más de 7,6 millones de casos.
Las personas infectadas suelen quedar incapacitadas para trabajar durante muchas semanas, con importantes consecuencias económicas. «Sabemos que el cambio climático contribuye, al menos en parte, a esta propagación», afirma Romanello.
Esto también significaría que habría que reforzar el control y adaptar la atención en consecuencia.

Jenni Miller, de la organización no gubernamental estadounidense Global Climate & Health, también señala las consecuencias psicológicas del calentamiento global. «Cuando alguien experimenta un fenómeno meteorológico extremo, ya sea un incendio forestal, un huracán intenso, un monzón, un tifón o una inundación grave, puede sufrir trastorno de estrés postraumático».
Según el estudio, el cambio climático también aumenta el riesgo de enfermedades mentales.
Cuando las cosechas escasean tras las sequías y falta agua potable, o las personas no pueden trabajar debido a enfermedades tropicales, esto suele provocar estrés, ansiedad y problemas de salud mental. Además, la creciente falta de sueño debido a las persistentes olas de calor puede agravar los problemas de salud, según el informe.

Para mitigar las consecuencias sanitarias de la crisis climática, los autores instan a tres medidas clave: en primer lugar, es necesario expandir las energías renovables para frenar el calentamiento global. La expansión de las energías verdes y la consiguiente reducción de la contaminación atmosférica ya han evitado más de 160.000 muertes, según Romello.
En segundo lugar, es necesario adoptar medidas urgentes de adaptación al cambio climático. Esto incluye adaptar los edificios residenciales y las infraestructuras públicas a situaciones extremas. Esto podría mitigar parcialmente las consecuencias directas y los peligros para las personas.
En tercer lugar, es urgente adaptar y equipar los sistemas de salud mundiales para afrontar los crecientes desafíos que plantea el calentamiento global.
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