PC Lento tras Actualizar Windows 11: Solución en 5 Pasos

Instalas la última actualización de Windows 11 esperando mejoras, pero tu PC se vuelve inexplicablemente lento. Es un problema frustrante y común. Te guiamos paso a paso por las soluciones más efectivas para recuperar el rendimiento de tu equipo.

Es uno de los problemas más frustrantes para millones de usuarios de Windows: después de instalar una actualización de seguridad o de características, el ordenador, que antes funcionaba perfectamente, comienza a mostrar una lentitud exasperante. Las aplicaciones tardan en abrir, el arranque es eterno y la productividad se desploma. Si te ha pasado con la última actualización de Windows 11, no estás solo. Afortunadamente, existen varias soluciones probadas para diagnosticar y resolver estos problemas de rendimiento.

Antes de recurrir a medidas drásticas, sigue esta guía paso a paso, ordenada de la solución más simple a la más compleja.

A menudo, los problemas de lentitud se deben a conflictos menores que se pueden resolver con un mantenimiento básico.

* Reinicia el equipo (correctamente): No es lo mismo que apagar y encender. Un reinicio completo limpia la memoria RAM y cierra procesos que pueden haber quedado «colgados» tras la actualización. Ve a Inicio > Botón de Inicio/Apagado > Reiniciar.

* Desactiva programas de inicio innecesarios: Muchas aplicaciones se configuran para arrancar con Windows, consumiendo recursos desde el primer segundo.

* Cómo hacerlo: Pulsa Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de tareas. Ve a la pestaña Inicio y deshabilita todas las aplicaciones que no necesites que se inicien con el sistema. Fíjate en la columna «Impacto de inicio» para identificar las más pesadas.

* Elimina archivos temporales: Windows acumula archivos temporales que pueden corromperse y ralentizar el sistema.

* Cómo hacerlo: Pulsa la tecla Windows + R, escribe %temp% y pulsa Enter. En la carpeta que se abre, selecciona todo (Ctrl + A) y elimina los archivos (omite los que no se puedan borrar).

Windows 11 incluye herramientas diseñadas específicamente para solucionar problemas con las actualizaciones.

* Ejecuta el Solucionador de problemas de Windows Update: Esta herramienta puede detectar y corregir automáticamente muchos problemas comunes.

* Cómo hacerlo: Ve a Ajustes > Sistema > Solucionar problemas > Otros solucionadores de problemas. Busca Windows Update y haz clic en Ejecutar. Al finalizar, reinicia el equipo.

* Ejecuta el Comprobador de archivos de sistema (SFC): Este comando escanea y repara archivos de sistema corruptos, una causa frecuente de lentitud post-actualización.

* Cómo hacerlo: Busca Símbolo del sistema o CMD en el menú Inicio, haz clic derecho y selecciona Ejecutar como administrador. Escribe sfc /scannow y pulsa Enter. El proceso tardará unos minutos.

Sugerencia: Un GIF mostrando el proceso de ejecución del comando sfc /scannow en el Símbolo del sistema.

Una actualización de Windows puede generar conflictos con controladores de hardware obsoletos, especialmente los de la tarjeta gráfica.

* Cómo actualizar el controlador de la tarjeta gráfica:

* Pulsa Windows + X y selecciona Administrador de dispositivos.

* Despliega la sección Adaptadores de pantalla.

* Haz clic derecho sobre tu tarjeta gráfica (NVIDIA, AMD, Intel) y selecciona Actualizar controlador.

* Elige Buscar controladores automáticamente.

* Alternativa: Es aún más recomendable visitar directamente la página web del fabricante de tu tarjeta gráfica (NVIDIA, AMD o Intel) y descargar e instalar los últimos controladores diseñados para tu modelo específico.

Windows 11 es visualmente atractivo, pero sus transparencias y animaciones consumen recursos.

* Desactiva los efectos de transparencia: Ve a Ajustes > Personalización > Colores y desactiva Efectos de transparencia.

* Ajusta para obtener el mejor rendimiento:

* Busca Ver configuración avanzada del sistema en el menú Inicio.

* En la pestaña Opciones avanzadas, bajo «Rendimiento», haz clic en Configuración.

* Selecciona Ajustar para obtener el mejor rendimiento.

«Si tu ordenador ha estado funcionando durante mucho tiempo sin reiniciarse, o no tiene suficiente espacio libre en el disco duro, puede experimentar una lentitud repentina. Estos son los primeros puntos a verificar.»

Si nada de lo anterior funciona y estás seguro de que la actualización es la culpable, puedes «desinstalarla».

* Opción 1: Desinstalar la actualización específica:

* Ve a Ajustes > Windows Update > Historial de actualizaciones.

* Abajo, selecciona Desinstalar actualizaciones.

* Busca la actualización más reciente (identificada por un código KBXXXXXXX), selecciónala y haz clic en Desinstalar.

* Opción 2: Volver a la versión anterior de Windows:

* Importante: Esta opción solo está disponible durante los 10 días posteriores a una gran actualización de características.

* Ve a Ajustes > Sistema > Recuperación y haz clic en Volver. Sigue las instrucciones en pantalla.

Recuperar la velocidad de tu PC tras una actualización fallida suele ser un proceso de eliminación. Siguiendo estos pasos, es muy probable que encuentres al culpable y devuelvas tu equipo a su estado óptimo.