Arquitecto: En Polonia, la gente no piensa en diseñar espacios para personas con demencia.

En Polonia, no se piensa en diseñar espacios para personas con demencia, aunque nos afecta de forma similar a los residentes de otros países, afirma la arquitecta Dra. Ing. Agnieszka Cieśla. En su opinión, se pueden utilizar elementos sencillos para crear espacios hermosos, funcionales y acogedores para estas personas.
Un experto del Departamento de Gestión Espacial y Ciencias Ambientales de la Facultad de Geodesia y Cartografía de la Universidad Tecnológica de Varsovia es el impulsor y gestor del proyecto "Olvidados en la Ciudad. Diseño Urbano para la Demencia". Este es el primer proyecto educativo en Polonia que combina conocimientos del ámbito de la planificación urbana, la terapia ocupacional y las tecnologías modernas de realidad virtual (RV). El objetivo del proyecto es preparar a futuros diseñadores y terapeutas para crear espacios públicos que tengan en cuenta las necesidades de las personas con déficit cognitivo y desarrollar soluciones que favorezcan su funcionamiento diario y su independencia.
En Polonia, existe una escasez de actividades para personas con demencia en muchos aspectos. No se trata solo de atención médica, sino también de actividades espaciales, que ya se están convirtiendo en un estándar en Europa Occidental. Sin embargo, la demencia nos afecta con la misma frecuencia que a los residentes de otros países, declaró el Dr. Cieśla en una entrevista con PAP.
En su opinión, esto se debe a que en nuestro país este problema sigue estando muy marginado. Se habla poco de él y se hace aún menos por quienes lo padecen. Al mismo tiempo, el tema cobra cada vez mayor urgencia. La experta citó datos de la organización no gubernamental Alzheimer Europe, según los cuales la demencia afecta actualmente al menos a medio millón de polacos, y estimaciones no oficiales hablan de hasta 800.000. La mayoría permanece en casa, a menudo aislados y privados de contacto con otras personas. Se prevé que esta cifra se duplique en los próximos 20 años.
La demencia no tiene cura. Las terapias farmacológicas disponibles solo ralentizan su desarrollo. Pero cada vez hay más evidencia que indica que, además de la medicación, es crucial permitir que las personas con demencia se desenvuelvan de forma independiente durante el mayor tiempo posible. Esto incluye la capacidad de salir de casa, contactar con otras personas, gestionar sus asuntos cotidianos de forma independiente y, en general, estar presentes en espacios públicos», señaló el especialista.
Actualmente, sin embargo, la arquitectura de los espacios públicos no solo no apoya, sino que a menudo excluye a las personas con déficit cognitivo. «Estamos avanzando hacia formas espectaculares y originales, mientras que en el diseño para personas con demencia se necesitan soluciones más sencillas y sobrias, sin estímulos excesivos. La forma debe dar paso a la función: seguridad, legibilidad y comodidad. Pero para poder crear espacios de esta manera, los diseñadores y arquitectos primero deben formarse», añadió.
Este es el objetivo del proyecto "Olvidados en la Ciudad". En el marco de este proyecto, se creó el primer curso didáctico interdisciplinario en Polonia, que prepara para el diseño de espacios públicos pensando en las personas con demencia. Equipos conjuntos de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Varsovia y la Academia de Educación Física, es decir, futuros urbanistas, informáticos y terapeutas ocupacionales, aprenden, en talleres con realidad virtual, cómo perciben el mundo las personas con demencia y cómo facilitar su desenvolvimiento en la ciudad.
Esta interdisciplinariedad es, en opinión del Dr. Cieśla, la clave para comprender la complejidad del problema. Los ingenieros y diseñadores aportan conocimientos de urbanismo y tecnología; los estudiantes de terapia ocupacional, empatía, experiencia en el contacto con pacientes y conocimiento de las necesidades de las personas mayores y dependientes.
Gracias a una aplicación especial y gafas de realidad virtual, los estudiantes se convierten en personas enfermas y experimentan las dificultades que conllevan la visión de túnel, la discapacidad auditiva o la desorientación espacial. Es una experiencia muy reveladora para ellos. Dejan de ver el diseño como un desafío puramente estético y empiezan a ver las necesidades de la gente real, explicó el coordinador del proyecto.
Hasta el momento, como parte del curso, los estudiantes han analizado varios espacios públicos de Varsovia, incluyendo Hala Koszyki, una biblioteca, una iglesia y un cine. Entre los numerosos problemas que han identificado, han mencionado los suelos de los edificios públicos. Suelen estar hechos de baldosas que imitan la tridimensionalidad (convexidad), lo que puede confundir a una persona con déficit cognitivo, sugiriendo una superficie irregular y provocando caídas o una sensación de amenaza.
Como explicó el Dr. Cieśla, la evolución de la demencia se divide en tres fases principales. En la primera fase (temprana), los cambios en el funcionamiento cognitivo son relativamente leves: la persona puede tener dificultad para recordar información nueva y ser olvidadiza, pero aún puede funcionar de forma independiente. Mantener esta independencia durante este período es crucial, ya que ralentiza significativamente el desarrollo posterior de la enfermedad.
En esta fase, las personas pueden salir de casa, viajar, conducir y utilizar plenamente los espacios públicos, siempre que el espacio lo permita, es decir, que cumpla seis condiciones básicas, explicó el Dr. Cieśla.
Estas condiciones son: familiaridad (el espacio debe estar situado en un contexto conocido, contener elementos característicos que evoquen una sensación de seguridad); legibilidad (la disposición espacial debe ser sencilla, predecible y fácil de entender); claridad (los lugares y elementos individuales deben diferir entre sí lo suficiente como para ser fácilmente reconocidos y recordados); accesibilidad (el espacio debe ser físicamente accesible, sin barreras arquitectónicas y con vías de comunicación bien marcadas); comodidad (el entorno no puede estar sobrecargado de estímulos, debe facilitar la concentración y la reducción del estrés) y seguridad (tanto en el sentido físico -falta de soluciones peligrosas- como en el sentido emocional -presencia de personas amables formadas en el tema de la demencia, mensajes claros, pasajes intuitivos).
Como señaló el experto, estos principios se crearon a principios del siglo XXI en Gran Bretaña, pero su significado es universal. En la realidad polaca, especialmente en el contexto de las urbanizaciones de la época de la PRL, adquieren especial importancia, ya que es aquí donde el reconocimiento del espacio suele ser menos evidente.
En las urbanizaciones polacas nos enfrentamos a un desarrollo repetitivo, a la falta de puntos de referencia distintivos, pero también a la desaparición de edificios antiguos, como los pabellones comerciales, que favorecían la orientación y forjaban la identidad del lugar. En su lugar, se están construyendo nuevas inversiones urbanísticas, que a menudo alteran la memoria del espacio y difuminan su carácter local, explicó el Dr. Cieśla.
Un elemento importante del proyecto "Olvidados en la Ciudad" serán las entrevistas con personas con demencia en las primeras etapas de la enfermedad. Los estudiantes las acompañarán en paseos diarios por la urbanización, aprenderán sobre sus lugares emblemáticos y las dificultades que enfrentan. Este tipo de investigación se lleva a cabo desde hace años en Occidente; en Polonia sigue siendo una novedad.
"Estamos en proceso de formalizar los acuerdos con una institución de atención que nos ayudará a organizar estas reuniones. Los trámites son largos, pero necesarios. Queremos hacerlo de forma ética y responsable. Esperamos que las entrevistas se realicen y analicen para junio de 2025", declaró el urbanista a PAP.
También llamó la atención sobre la falta de normas en la legislación polaca respecto al diseño de espacios que tengan en cuenta las necesidades de las personas con demencia, que ya existen en algunos países.
El proyecto "Olvidados en la Ciudad" finalizará en junio de este año con la presentación de los resultados de la investigación. Las ambiciones de sus creadores van más allá. "Queremos intentar cambiar la forma de pensar sobre la planificación urbana, sobre la responsabilidad social de los diseñadores y sobre cómo las ciudades pueden (y deben) servir a todos. Y esto debe comenzar con una conversación, enseñando empatía y concienciando de que hay personas con demencia entre nosotros y que cada vez habrá más. Porque nuestra sociedad envejece cada vez más rápido, y la edad es el principal factor en el desarrollo de esta enfermedad", resumió el Dr. Cieśla.
La ciencia en Polonia, Katarzyna Czechowicz (PAP)
cap/ agt/ mhr/
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