¿Bloquear la luz solar es una buena idea para combatir el cambio climático?

La geoingeniería, la idea de alterar artificialmente el clima del planeta, se considera una solución radical al aumento de las temperaturas terrestres y sigue siendo un tema candente de debate científico. Su base es un enfoque aparentemente sencillo: dispersar partículas microscópicas de azufre en la estratosfera, como una erupción volcánica, para reducir la cantidad de luz solar que llega a la superficie y, por lo tanto, disminuir las temperaturas globales.
Una nueva investigación advierte que este tipo de intervención podría tener efectos secundarios no deseados mucho más generalizados de lo que se pensaba. A los científicos les preocupa que este prometedor método para combatir el cambio climático tenga el potencial de alterar los sistemas meteorológicos globales e incluso causar daños ecológicos.
Según Chip, la química atmosférica Faye McNeill, de la Facultad de Cambio Climático de Columbia, destaca que el abanico de posibles consecuencias de participar en esta intervención es "mucho más amplio de lo que nadie podría haber anticipado".
SORPRESAS DEL MUNDO REAL: MONZONES Y LLUVIA ÁCIDAAunque se utilizan sofisticados modelos informáticos para comprender los efectos de las intervenciones de geoingeniería, el nuevo estudio sostiene que estas simulaciones pueden ser erróneas. McNeill y su equipo observaron que los modelos suelen presuponer situaciones idealizadas, pero en el mundo real las sorpresas son inevitables.
La alteración de la circulación atmosférica global podría ser el primer efecto secundario. Si las partículas de azufre se acumulan alrededor del ecuador, podrían alterar los patrones de circulación atmosférica global, cambiando la forma en que se distribuye el calor por el planeta.
La alteración de los sistemas monzónicos es otra desagradable sorpresa. La acumulación de partículas alrededor de los polos podría perturbar los sistemas monzónicos tropicales. McNeill afirma que el éxito de la intervención depende no solo de la cantidad de azufre liberado, sino también de «dónde y cuándo se realice».
La lluvia ácida es otra amenaza importante. A medida que las partículas de azufre caen a la Tierra por la gravedad, reaccionan con el agua de lluvia, lo que puede generar lluvia ácida y dañar el suelo.
Los investigadores también han examinado compuestos químicos alternativos, como el diamante, el carbonato de calcio o el titanio, que podrían utilizarse en lugar del azufre, pero han encontrado limitaciones prácticas y problemas con cada uno de ellos. Por ejemplo, muchas alternativas son escasas y costosas, o se considera improbable que sean tan eficaces como el azufre.
Este estudio, publicado en la revista Scientific Reports, sugiere que la idea de intervenir en el clima del planeta debe abordarse con cautela. Si bien la geoingeniería podría ofrecer un freno temporal al calentamiento global, parece conllevar el riesgo de impactos irreversibles en los ecosistemas y sistemas meteorológicos globales.
Cumhuriyet




