Una ola de calor golpea todo el sur de Francia

El sur de Francia se encuentra en plena ola de calor, la segunda del verano, que se espera que continúe el domingo y se prolongue hasta mediados de la próxima semana, según las previsiones de Météo France. Veintiocho departamentos han sido declarados en alerta naranja por "ola de calor" , antes de que la alerta se prorrogue el domingo.

Desde Dordoña hasta Alta Saboya, pasando por Cantal y Drôme, gran parte del sur del país experimentará un fin de semana con temperaturas máximas de entre 34 °C y 40 °C, que podrían alcanzar los 41 °C desde las faldas de las Cevenas hasta el valle bajo del Ródano, según Météo France. En el sureste, las noches serán muy calurosas desde los Pirineos Orientales hasta el valle del Ródano, con mínimas de entre 21 °C y 25 °C.

El domingo, el calor volverá a subir en el sur y la alerta se extenderá a casi toda la mitad sur del país. Cuarenta departamentos, excluyendo Córcega, se verían afectados por la alerta naranja por ola de calor. Se han añadido dos departamentos más, Saona y Loira, y es probable que la alerta se extienda en función de la evolución de las temperaturas , según indicó Météo France, el organismo público, el sábado por la tarde. El sábado a las 15:00 se registraron temperaturas notables : 38,0 °C en Lyon-St-Exupéry, 36,8 °C en Montélimar (Drôme) y 35,8 °C en Bordeaux-Mérignac.

El lunes se caracterizará por el ascenso de una masa de aire extremadamente caliente en gran parte del país y, sin duda, será el más caluroso a nivel nacional, según indicó el meteorólogo. Las temperaturas extremadamente altas podrían afectar temporalmente a las regiones al norte del Loira, mientras que se mantendrán en niveles muy altos y se intensificarán aún más en el suroeste, donde podrían alcanzarse regularmente los 40 °C, o incluso superarse.

La ola de calor podría continuar hasta la segunda mitad de la próxima semana en el sureste, según las previsiones de Météo France en su sitio web.

Tras una primera ola de calor registrada del 19 de junio al 4 de julio, este episodio constituye la 51.ª ola de calor registrada en Francia desde 1947. «Observamos una aceleración de la ocurrencia de olas de calor a lo largo del tiempo. Esta tendencia está claramente relacionada con el cambio climático, que tiene un fuerte impacto en las temperaturas en Francia metropolitana», declaró a la AFP Lauriane Batté, climatóloga de Météo France.

El episodio está acompañado de un peligro "elevado" de incendios forestales en el Mediterráneo, mientras que el incendio que arrasó 16.000 hectáreas en el macizo de las Corbières y que movilizaba el sábado a 1.400 bomberos no estará bajo control antes del final del domingo, según los bomberos.

También coincide con un fin de semana complicado con tráfico de ida y vuelta entre los conductores. El sábado, clasificado naranja a nivel nacional en ambos sentidos y previsto como el de mayor afluencia, cumplió con las expectativas, con un pico de casi 1.240 km de atascos alcanzado poco antes del mediodía, superando los niveles ya considerados "excepcionales" por Bison Futé. Las carreteras más afectadas son la A9 y la A7, según la misma fuente.

La SNCF, por su parte, indicó que había cancelado varios viajes de ida y vuelta en las líneas Burdeos-Marsella y París-Clermont para "prever posibles fallos de aire acondicionado relacionados con las altas temperaturas" en sus trenes más antiguos. "Todos los clientes afectados se beneficiarán del cambio o reembolso gratuito de sus billetes", declaró la SNCF.