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Robots que corren maratones y aprenden solos: el futuro ya empezó en China

Robots que corren maratones y aprenden solos: el futuro ya empezó en China

La robótica inteligente y humanoide avanzada continúa creciendo a pasos agigantados y China busca abrirse paso como un actor principal en esa evolución.

De hecho, en abril llevaron a cabo en Pekín la histórica primera media maratón para robots humanoides, donde participaron ejemplares de hasta 1.80 metros de altura y, más allá de la competición en sí, sirvió como un experimento para evaluar el funcionamiento de las máquinas: su fiabilidad, rendimiento y resistencia en condiciones reales.

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En los últimos días se anunció el lanzamiento de Unitree R1, un robot humanoide cuyas habilidades parecen estar adelantadas a proyectos que son su competencia directa, como es el Tesla Optimus de Elon Musk. Además, por su precio, se posiciona como el más accesible del mundo.

SE PARA DE MANOS Y BAJA COLINAS

Tiene una estatura de 1.22 metros y pesa 25 kilogramos. Incluye 26 articulaciones con las que puede ejecutar movimiento atléticos como volteretas, pararse de manos, secuencias de boxeo, así como descensos por colinas, como lo muestran videos promocionales que se han viralizado.

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Cuenta con una tecnología que incluye un procesador de ocho núcleos, GPU integrada, junto con capacidades de inteligencia artificial multimodal. Cuenta con cuatro micrófonos que potencian su función de reconocimiento de voz. Además, tiene una cámara binocular para percibir la profundidad. Tiene conectividad vía Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.2.

Primordialmente el androide está dirigido a investigadores, desarrolladores y primeros usuarios, no a un público masivo. Contiene herramientas para programar funciones personalizadas y enseñarle nuevas habilidades.

Por primera vez, un robot humanoide con amplias capacidades es ofrecido al nivel prosumer, es decir, a un consumidor que no solo compra productos o servicios, sino que también participa activamente en su creación, promoción o mejora, lo que acerca más la robótica avanzada a universidades, startups y laboratorios independientes.

Tiene una autonomía de una hora, pero se puede reemplazar su batería sin necesidad de apagarlo.

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EL MÁS ACCESIBLE DEL MUNDO

Pese a que su público se compone en mayor medida de investigadores y desarrolladores, su habilidad para aprender tareas por repetición y la intención de Unitree de que sus androides lleguen a hogares y oficinas abren la puerta a un uso cotidiano, pues además es mucho más accesible que otros de su tipo.

Su precio de lanzamiento se fijó en 5 mil 900 dólares, es decir, en un rango en torno a los 110 mil pesos dependiendo del tipo de cambio.

Se trata de un precio que lo coloca muy por debajo de su propia versión anterior, el Unitree G1, que costaba 21 mil 999 dólares y de sus competidores directos: El Optimus de Tesla se prevé que tenga un costo en el márgen de los 20 mil dólares, mientras que el Atlas, de Boston Dynamics, podría superar hasta los 100 mil dólares, es decir, en torno a 1.9 millones de pesos.

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LA CARRERA HACIA EL FUTURO

Con la incursión china, Estados Unidos tiene ante sí, aunque sigue siendo un líder tecnológico global, el reto de concretar proyectos en fase experimental o sin fecha definitiva para salir al mercado.

El Optimus de Tesla, presentado por Elon Musk como un humanoide capaz de realizar tareas cotidianas, aún no tiene fecha de salida al mercado. Ha generado expectativa por combinar la experiencia de inteligencia artificial y vehículos autónomos de Tesla, aunque su ejecución práctica está en desarrollo.

A la carrera se suman otras compañías como Figure AI, que también están en desarrollo de robots humanoides con amplias capacidades de movilidad, manipulación y aprendizaje autónomo, sin embargo aún se quedan cortos en accesibilidad y difusión masiva.

Japón, otro actor en la industria, avanza en la parte de robots sociales y de ayuda doméstica, pero no se ha metido en la competencia de humanoides económicos y versátiles como el R1.

LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA ROBÓTICA

El precio del Unitree G1 lo posicionan como un potencial punto de inflexión que plantea un desafío al Occidente en desarrollo de robótica avanzada.

De concretarse esta tendencia, podría transformar radicalmente la forma en que se interactúa con máquinas con inteligencia artificial en la vida cotidiana.

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PRESENTE Y FUTURO

Actualmente, las tendencias en robótica avanzada se ubican en que las máquinas tengan una autonomía total, es decir, que sean capaces de tomar decisiones en tiempo real sin supervisión humana.

Por otro lado, que logren una integración en el hogar y trabajo: robots personales, asistentes de salud, mensajeros, cocineros, entre otras tareas.

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Que cuenten con biomimética, inspirados en animales e incluso materiales vivos (robots blandos o soft robots).

En ese sentido, una preocupación constante es la ética y regulación de los humanoides por su impacto en el mundo laboral, la privacidad y los derechos de los robots.

Y a futuro, los retos plantean transitar hacia robots emocionales, que sean capaces de detectar y responder a emociones humanas.

Por otro lado, se apunta a avances en salud: nanorobots para realizar diagnósticos e incluso terapias dentro del cuerpo humano.

Finalmente, la evolución también iría dirigida a la colonización espacial, lo que implica robots autónomos que preparen terreno para asentamientos humanos.

La evolución de los robots ha pasado de simples brazos mecánicos a agentes inteligentes capaces de colaborar, aprender y adaptarse al entorno humano. El futuro apunta hacia una integración cada vez más profunda en la vida cotidiana y laboral, con implicaciones éticas, económicas y sociales que apenas comenzamos a dimensionar.

Vanguardia

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