La empresa de 50 mil millones de dólares que no hace casi nada

Algo extraño está sucediendo en Wall Street. No se trata de Elon Musk, la IA ni de una publicación nocturna de Donald Trump. Se trata de una empresa de criptomonedas llamada Circle Internet Group, que está haciendo que el mercado sienta que han vuelto los días de gloria de la burbuja puntocom.
Circle salió a bolsa el 5 de junio. En tan solo once sesiones bursátiles, sus acciones se dispararon un 675%, un valor casi sin precedentes, sumando más de 42 000 millones de dólares a su capitalización bursátil. La compañía cotiza ahora a una valoración que la sitúa al mismo nivel que los unicornios tecnológicos y las grandes promesas de la inteligencia artificial, alcanzando un precio que obliga a los inversores a pagar, en esencia, 295 dólares por cada dólar de beneficios.
Solo hay un problema. Circle no tiene una IA revolucionaria. No fabrica dispositivos de consumo sofisticados. Su modelo de negocio es sorprendentemente simple.
Así funciona: Le das un dólar a Circle. Te dan un token digital, llamado USDC, que vale ese mismo dólar. Luego, toman tu dólar, lo invierten en algo seguro, como bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo, y cobran los intereses.
Tú obtienes la ficha. Ellos obtienen la ganancia. Eso es todo. Ese es el negocio.
Esto ha llevado a los críticos a etiquetar a Circle como poco más que un glorioso "envoltorio de dinero". Entonces, ¿por qué Wall Street lo trata como el próximo Tesla?
La respuesta es una palabra: stablecoin.
USDC es una stablecoin, un token digital vinculado a un activo estable, en este caso, el dólar estadounidense. La idea es que por cada token USDC, hay un dólar real en una cuenta de reserva. Esto lo hace increíblemente útil para quienes operan con criptomonedas y necesitan la velocidad de los activos digitales sin la volatilidad descontrolada de Bitcoin.
Y ahora, los optimistas apuestan a que las monedas estables están a punto de popularizarse. El Senado acaba de aprobar la "Ley Genius", una legislación histórica que allana el camino para que bancos, fintechs como PayPal e incluso minoristas como Walmart y Amazon utilicen monedas estables para pagos. De repente, el sueño de que las criptomonedas se conviertan en una alternativa real a Visa o Mastercard parece estar al alcance de la mano.
Los analistas están deseando que llegue. Citi predice que el mercado de las stablecoins podría alcanzar los 3,7 billones de dólares para 2030. En ese escenario, Circle, como plataforma neutral y sin vínculos con ningún banco, está en la posición perfecta para sacar provecho.
Pero hay un problema. El modelo de negocio que parece tan brillante en un entorno de altas tasas de interés es también su mayor debilidad.
«Todo el negocio de Circle está literalmente ligado a la política de la Reserva Federal», escribió un usuario en una publicación viral en r/wallstreetbets de Reddit. «Es como un ETF del Tesoro con una gabardina».
Si la Reserva Federal recorta los tipos de interés, la principal fuente de ingresos de Circle se reduce. Además, nada impide que las grandes empresas lancen sus propias monedas estables similares, eliminando así la ventaja de Circle de la noche a la mañana. Si todos ofrecen lo mismo, la ventaja competitiva de Circle empieza a parecer muy limitada. Y, sin embargo, Wall Street se está amontonando como si fuera el próximo OpenAI. ¿Y si los reguladores cambian de opinión? Todo el modelo podría estar en riesgo. El negocio es notablemente frágil.
Cuando Gizmodo se puso en contacto con él, un portavoz dijo que la compañía se encontraba en un “período de silencio” posterior a la IPO, lo que le impedía legalmente realizar declaraciones promocionales.
Por ahora, la expectación está ganando. Las acciones de Circle están en auge, impulsadas por la promesa de un futuro en el que todos pagaríamos nuestro café con dólares digitales. Pero en el fondo, esta empresa de 50 000 millones de dólares no innova ni revoluciona. Simplemente guarda tu dinero, te da un recibo digital y se embolsa los intereses. Y en el extraño mundo de las finanzas de 2025, eso parece ser suficiente para coronarse como el nuevo rey de Wall Street.
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